Una luminaria creada bajo la fórmula matemática de las superelipses, de líneas suaves y con carácter propio. Inspirada en el diseñador Jony Ive, de quién recibe su nombre.
Los bordes de la luminaria IVE se alejan de los ángulos rectos y de las simples esquinas redondeadas para adoptar lo que se conoce como continuidad de la curvatura.
La aplicación de la fórmula matemática de las superelipses al diseño de los bordes se traduce en un comportamiento diferente de la luz, que se distribuye y refleja homogéneamente sobre la superficie de la luminaria.
Esa misma suavidad en la curva aplicada al difusor da lugar a una iluminación más amplia y una estética más sofisticada.