“Un puesto de trabajo debe analizarse como lo que es y deben estudiarse sus consecuencias a largo plazo en la salud de la persona que lo utiliza, asegura la directora de Innovación del Instituto de Biomecánica de València (IBV), Rosa Porcar
El mobiliario de Actiu cumple con las normativas UNE-EN 1335 en el caso de las sillas operativas y la UNE-EN 527 para las mesas de oficina
La elección del mobiliario para el Home Office debe ajustarse al espacio y a las características físicas personales de cada uno
El trabajo desde casa se ha convertido en los últimos meses, por imperativo sanitario, en la manera que han tenido millones de personas de seguir desempeñando su labor profesional. Ahora que se está orquestando el regreso a la oficina en muchas empresas, el trabajo en remoto se considera, cada vez más, como un complemento al trabajo presencial. De ahí la importancia de equipar el Home Office con mobiliario que cumpla con los estrictos requisitos de calidad de la Unión Europea.
El mobiliario de Actiu cumple con las normativas UNE-EN 1335 en sillas operativas y la UNE-EN 527 en mesas de oficinas, los dos estándares del sector del mobiliario de oficinas en Europa. Adicionalmente otros productos que complementan la oferta de soluciones de equipamiento de la firma también cumplen normas como la UNE-EN 15372 y la UNE-EN 16139.
“El Home Office ha venido para quedarse y, por tanto, como espacio de trabajo habitual tiene que cumplir con todos los requisitos e implicaciones de riesgos laborales. Deben estar claras sus consecuencias a largo plazo para la salud del trabajador, dependiendo de qué hacemos y de con qué mobiliario estamos trabajando”, sostiene la directora de Innovación del Instituto de Biomecánica de València (IBV), Rosa Porcar.
La cuestión clave en la configuración del Home Office es la elección de sillas y mesas, pero también deben tenerse en cuenta otros factores como la iluminación, la ventilación, las condiciones ambientales, las pausas activas y la alternancia de tareas.
“Si no lo planteamos así, tendremos consecuencias de sobrecarga mental y física. Y eso no nos interesa ni a los empleados, ni a las empresas, ni a la sociedad. Todos perdemos. Un puesto de trabajo debe ser considerado como lo que es, independientemente de que se encuentre en casa o en una oficina. Y afecta a la productividad y la salud de la persona y de la sociedad en general”, afirma Porcar.
Las normativas UNE-EN 1335 y UNE-EN 527 establecen criterios claros acerca de las dimensiones y de los requisitos de seguridad, resistencia y de durabilidad de las sillas y las mesas, ya que se trata de productos que deben ser lo suficientemente regulables para acoger una variedad amplia de dimensiones antropométricas de personas, resistentes a los golpes y capaces de soportar un uso intensivo durante un largo periodo de tiempo. Entre otras cualidades, no debe tener aristas ni esquinas vivas y tener la estabilidad suficiente para no volcar.
“La principal diferencia en la elección de una silla para la oficina o para casa es que, en el caso del espacio de trabajo, la empresa selecciona una gama de sillas que debe ser capaz de ajustarse a personas muy diferentes de altura, peso y características. Y, en el caso del Home Office, es posible que sólo una o dos personas hagan uso de la silla, por eso debe ajustarse a unos usuarios muy concretos”, explica Rosa Porcar.
Para garantizar la comodidad y salud de los trabajadores también es importante el uso en estos productos de materiales sostenibles y que sean seguros para la salud de los usuarios. Así, ACTIU fabrica sus productos con melaminas libres de formaldehído, cumpliendo con estrictas medidas de mercados como el estadounidense o el alemán.
En casa, como en la oficina
En el supuesto del trabajo en remoto de los empleados de una empresa, debe aplicarse la misma normativa de seguridad y salud en el trabajo, un aspecto fundamental del contrato de trabajo de cada empleado.
En España, la misión de promocionar y apoyar la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo está en manos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que depende del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Es la entidad de referencia para regular el puesto de trabajo en remoto desde el punto de vista de la prevención. Se trata de un cambio en la forma de trabajar de las empresas y, por tanto, en esta transición deberán participar todos los agentes implicados: especialistas, sindicatos, técnicos de prevención en riesgos laborales y empresarios.
Soledat Berbegal, Consejera y directora de reputación de marca de Actiu, sostiene: “Nos han mandado a casa a trabajar. Era algo inevitable por la situación que nos ha tocado vivir, pero ahora debemos pensar en la salud de todos los empleados. Millones de españoles están trabajando desde sus hogares, y la mayoría de ellos no cuentan con el espacio más adecuado, y lo que es más, sus herramientas de trabajo como son las mesas y las sillas no están siempre preparadas para las jornadas de trabajo intensas que se realizan desde sus hogares. Creemos que un correcto mobiliario de Home Office es una necesidad para evitar daños a futuro en la salud de todos”.
Modelos cómodos y ergonómicos
La experta Rosa Porcar recuerda la importancia de una elección correcta de la silla operativa: “Que la silla tenga la posibilidad de regularse no es sinónimo de que sea cómoda o ergonómica. Tiene que estar bien diseñada”.
De ahí la importancia de escoger un buen modelo ergonómico que acompañe el movimiento del cuerpo, que se adapte a cada persona y a cada tarea. El modelo TNK Flex de Actiu destaca por sus cualidades ergonómicas y su capacidad para cuidar de la espalda y de la postura. Stay y Trim, entre otras soluciones de sillería operativa de la compañía, también aportan confort y distintas funcionalidades para el trabajo diario.
Tan importante como las sillas ergonómicas son las mesas elevables que permiten adaptarse también al movimiento del cuerpo y a cada tarea específica. Modelos regulables en altura como Mobility y Talent, son las mejores opciones para un Home Office eficiente, cómodo y seguro.