- La esfera central de la instalación es versátil y multicapa: ¿una bola de discoteca, un planeta, un objeto misterioso? Su superficie tiene más de 700 interruptores eléctricos funcionales
- «El mayor reto fue garantizar que un fabricante pudiera realizarla: los interruptores no solo son diseños únicos, sino que activan funciones diversas»
- «Con nuestros stands feriales, priorizamos no dejar residuos. Lo mismo aplica aquí: la esfera se reutilizará en futuros eventos»
- «ATMOSPHERE viajará a Londres, y tenemos solicitudes de Polonia, Shanghai o Singapur. Su recorrido acaba de empezar»
Milán ha acogido «ATMOSPHERE», una instalación efímera y sostenible creada por el fabricante alemán de mecanismos y sistemas de automatización eléctrica, JUNG, en colaboración con el estudio Ippolito Fleitz Group. Una gran esfera confeccionada con centenares de interruptores es el centro del espacio que combina tecnología e interacción. La experiencia, ubicada en una escuela de ballet dentro del Brera Design District milańes, alterna proyecciones y sonidos mediante la participación del público.
La instalación «ATMOSPHERE», dentro de la participación de JUNG en el Fuorisalone 2025, aúna tecnología y arquitectura en una experiencia multisensorial. El núcleo de la propuesta es una esfera de tres metros de diámetro, cuyo revestimiento combina superficies espejadas con 720 interruptores de la colección JUNG UNIQUE by Ippolito Fleitz Group. Estos mecanismos, en acabados mate y brillo, presentan una paleta cromática que oscila entre tonos neutros —grises minerales, blancos ópticos— y colores vibrantes como azules eléctricos o rojos coral, inspirados en la diversidad cultural del equipo creativo. De ellos, 300 son interactivos: al pulsarlos, los visitantes activan proyecciones lumínicas coordinadas por ERCO, despliegan neblinas y modifican secuencias de luz RGB que se reflejan en los paneles circundantes, creando un efecto caleidoscópico.
Peter Ippolito, cofundador de Ippolito Fleitz Group, detalla el concepto: «La esfera funciona como metáfora de lo colectivo. Cada interruptor, único en su diseño, representa la individualidad, pero juntos conforman un todo cohesionado». La estructura, ubicada en una antigua escuela de ballet del Brera Design District, se integra en un espacio diáfano donde los espejos en paredes y suelos diluyen los límites físicos. Una cortina traslúcida, fabricada con material de barrera de vapor para saunas, envuelve el área, difuminando la luz exterior y potenciando la inmersión.
Deniz Turgut, directora de marketing internacional de JUNG, enfatiza el aspecto técnico: «Los interruptores de la serie UNIQUE, creados mediante la herramienta de rotulación GRAPHIC TOOL sobre mecanismos LS 990, son el corazón del proyecto. Su integración con sistemas inteligentes permite controlar no solo la iluminación, sino también secuencias audiovisuales sincronizadas». Al interactuar, los visitantes descubren que ciertas combinaciones de pulsaciones activan fragmentos de canciones pop icónicas —como Don’t Stop Me Now de Queen o The Sound of Silence de Simon & Garfunkel—, cuyas letras se proyectan en tipografías geométricas sobre los muros. La banda sonora, una mezcla de melodías electrónicas y acordes pianísticos, se modula en tiempo real según el número de participantes y su ritmo de interacción.
El montaje requirió soluciones complejas de ingeniería eléctrica. Tras los paneles reflectantes de la esfera, un entramado de 2,3 kilómetros de cableado conecta los interruptores a sensores y controladores MIDI. «Garantizar la respuesta inmediata de cada elemento fue clave», explica Ippolito. «Un retraso de milisegundos rompería la ilusión de inmediatez». La estructura, desmontable en 64 módulos triangulares de aluminio, se ensambló in situ en 72 horas, priorizando la ligereza y durabilidad.
Para garantizar la sostenibilidad de la instalación, se ha evitado el uso de adhesivos y elementos no reutilizables. Los interruptores, fabricados con policarbonato reciclado, se reintegrarán al catálogo de JUNG tras la gira. «El 90% de los materiales —incluidas las estructuras metálicas— se reutilizarán en futuras ediciones del Clerkenwell Design Week de Londres o en showrooms de París», precisa Turgut. La iluminación LED de bajo consumo y el sistema de nebulización, que reduce un 40% el uso de agua en comparación con tecnologías convencionales, refuerzan el compromiso ambiental.
La experiencia se completa con un juego de perspectivas. Al circundar la esfera, el visitante observa su reflejo multiplicado en ángulos inesperados; al introducirse en su interior —accesible mediante una apertura lateral—, descubre un cubo de espejos infinitos donde los haces de luz se fracturan en patrones hipnóticos. «Quisimos que la tecnología fuese tangible, pero no invasiva», señala Ippolito. «El diseño debe emocionar antes que explicarse».
La colaboración entre JUNG e Ippolito Fleitz Group se remonta a una década, incluyendo proyectos como las JUNG Architecture Talks en ciudades como Singapur o Múnich. Para Turgut, este legado facilitó la sinergia: «Compartimos una visión: la tecnología debe enriquecer espacios, no dominarlos». La instalación, además de plataforma artística, sirve como lanzamiento global de la colección UNIQUE, cuyos interruptores —personalizables en color y textura— ya han captado el interés de estudios de arquitectura en Asia y Europa.
«ATMOSPHERE» no es solo una exhibición, sino un manifiesto sobre el futuro de los espacios habitables. Combina el rigor técnico de JUNG —con más de once décadas de experiencia en soluciones eléctricas— con la audacia creativa de un estudio multidisciplinar. Un diálogo entre precisión, ingeniería y poesía visual, donde cada pulsación invita a repensar cómo interactuamos con los objetos que nos rodean.