La creciente preocupación ante problemas como el calentamiento global o el cambio climático ha hecho que palabras como sostenibilidad o eficiencia energética se hayan convertido en un objetivo a alcanzar en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el de la vivienda. De hecho, en Europa, las viviendas son responsables de un 40% del gasto energético y producen un 36% de las emisiones de efecto invernadero; por lo tanto, mejorar la eficiencia energética de los edificios contribuirá no solo a la reducción de emisiones nocivas para el medio ambiente, sino también al ahorro (energético y económico).
Además, especialmente desde que la pandemia del Coronavirus nos ha obligado a pasar más tiempo en casa, cada vez son más patentes las carencias que sufren los hogares españoles, especialmente en el aislamiento de cerramientos. Unos problemas que, si se solucionan, contribuirán a mejorar la calidad de vida de las personas.
Llega una “ola de rehabilitación”
Así se llama el plan que la Comisión Europea ha establecido para promover la rehabilitación y renovación masiva de edificios: “Una ola de renovación para Europa. Hacer nuestros edificios verdes, crear trabajos, mejorar vidas”. Este programa forma parte de las acciones propuestas por la Unión Europea para lograr la descarbonización total en 2050, el Plan Verde de la Comisión Europea. Adaptar y mejorar las condiciones de las construcciones es fundamental para que las emisiones de CO₂ se reduzcan a la mínima expresión.
Por eso, dentro del plan de recuperación previsto para los próximos meses y años, la CE incluye una partida de más de 1.600 millones destinados a la renovación y rehabilitación de viviendas.
Cada uno de los Estados miembro de la UE debe desarrollar una estrategia para hacer efectiva la subvención para rehabilitar viviendas que proporciona la Comisión. En el caso de España, se ha presentado una versión actualizada de la “Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación” (ERESEE 2020).
Esta estrategia para la rehabilitación de edificios, tanto residenciales como del sector terciario, hace frente a distintas cuestiones, como el desarrollo de normativas que fomenten la rehabilitación, la financiación pública y el fomento de la privada, un nuevo modelo energético, la modernización del sector, dar ejemplo con medidas como la rehabilitación de edificios públicos, o la lucha contra la pobreza energética, entre otros.
La intención del Gobierno español es “ponerse las pilas” en esta materia y rehabilitar más de 500.000 viviendas entre 2021 y 2023, lo que supone el mismo volumen de trabajo que se ha hecho en los últimos 15 años.
¿Por qué es necesaria la renovación y rehabilitación de viviendas?
La rehabilitación de viviendas en el marco del Plan Verde de la Unión Europea pretende principalmente reducir el gasto energético. Esto tiene un doble valor: la conservación del medio ambiente y el ahorro económico.
Por decirlo de manera sencilla y clara: los edificios en los que se da una baja eficiencia energética nos hacen perder dinero. Una vivienda con un mal aislamiento térmico es un saco roto.
Una inversión muy rentable
Según un informe de la ERESEE que mide el impacto macroeconómico que tendría la rehabilitación de edificios a gran escala en España, el ahorro en la factura energética después de “la rehabilitación de la envolvente térmica y la sustitución de instalaciones térmicas por otras más eficientes” sería de 7.730 millones de euros entre 2021 y 2030. De esos cerca de 8.000 millones de ahorro, 1.979 millones de euros se obtendrían de la mejora en la envolvente térmica de los edificios, es decir, cómo están hechas las propias construcciones.
Los especialistas abogan por una renovación integral que incluya el urbanismo y la mejora de la calidad de vida de las personas con cuestiones como la accesibilidad. En cuanto a la rehabilitación de viviendas, hacen especial hincapié en que no solo es necesaria la instalación de sistemas de climatización más eficientes que se basen en energías renovables, sino que es primordial trabajar en la renovación de los elementos arquitectónicos que controlan la ventilación e iluminación natural de los edificios, principalmente las ventanas.
Las ventanas son una herramienta clave para lograr la climatización de los edificios de manera sostenible; según datos de la OCU, unas ventanas eficientes energéticamente nos pueden ahorrar un 20% en las facturas de luz y gas.
Deficiencias en el grueso de las viviendas españolas
El principal problema de la gran mayoría de viviendas en España es la mala ventilación y la carencia de luz natural, además de otras cuestiones como la falta de espacios abiertos como terrazas. Para tener mejores edificios es necesario trabajar en una mejor distribución, ventilación e iluminación natural, aspectos en los que las ventanas juegan un papel fundamental.
En España, se calcula que alrededor de la mitad de las viviendas principales fueron construidas antes de 1980, lo cual, según indicaba el arquitecto Alfredo Sanz en una entrevista para El País, quiere decir que tienen unas condiciones térmicas por las que “de cada 10 euros invertidos en alcanzar el confort térmico, 6 se pierden por la ventana o el balcón”.
Y no solo se trata de confort térmico, muchos edificios españoles carecen de elementos que conecten los espacios con el exterior, con el perjuicio que ello supone para la salud de las personas. Durante el confinamiento en los primeros meses de la pandemia por Covid-19, se calcula que prácticamente un 8% de la población española estuvo encerrada sin tener vistas a la calle.
Hay que tener en cuenta que, al abordar la rehabilitación de viviendas, no estamos hablando solo de cuestiones medioambientales y económicas, sino que, al final, lo más importante es que estas reformas también contribuyen enormemente a mejorar la calidad de vida de las personas.
¿Cómo se materializan las ayudas para la rehabilitación de viviendas?
La subvención para rehabilitar viviendas, es decir, la financiación pública, depende en última instancia de las Comunidades Autónomas, que se coordinan con los Ayuntamientos. Digamos que la Comisión Europea da un dinero a cada país, cada Estado distribuye esos fondos de acuerdo con la estrategia que quiere desarrollar, y las Comunidades Autonómicas los destinan a los distintos programas de rehabilitación de edificios que quieran poner en marcha.
En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, están en marcha dos planes de ayudas para la rehabilitación de edificios, uno dirigido a la “Conservación y/o accesibilidad” y el otro a la “Eficiencia energética”, ambos para el periodo 2018-2021. Hay también otras ayudas para la rehabilitación, como el Plan Renhata (Rehabilitación i Renovació d’Habitatges), o para la implantación del IEEV.CV (documento técnico que evalúa el estado de un edificio). Todos estos planes y ayudas dependen de la Conselleria d’Habitatge i Arquitectura Bioclimàtica. Además, existen programas más específicos como el Plan Renove para ventanas por parte de IVACE.Con las ayudas del fondo de recuperación de la Unión Europea se espera que se desarrollen más y mejores programas de rehabilitación de viviendas por parte de las Comunidades. Además, este plan europeo debería incluir también el fomento de otros mecanismos de financiación, como los préstamos preferenciales y los préstamos de rehabilitación por parte de entidades privadas.