En pleno Eixample barcelonés, el Bar Vint-i-Quatre —una de las propuestas más recientes del chef Carles Abellán— reivindica la estética de los bares clásicos desde una mirada contemporánea. El espacio combina materiales nobles como la madera, junto a distintos tejidos y acabados metálicos cálidos. Un lugar donde la luz actúa como elemento articulador entre interiorismo, percepción y emoción, reforzando la identidad y presencia que se desean transmitir.
Luz cálida y controlada
El proyecto lumínico recurre a temperaturas de 2300K para acentuar la atmósfera íntima del espacio. En el plano superior, el perfil ST4 acabado en negro con tira led Mo-13.9, estructura el recorrido visual y aporta uniformidad. En los huecos de fachada, los perfiles ST4 con tiras Mo-9.6, refuerzan el carácter escenográfico mediante una luz suave que equilibra el contraste entre el interior y el exterior.
Esculpir el espacio
La barra central se enfatiza mediante tiras led Elara 14.4 a 2300K, que dibujan su perímetro con un trazo continuo. La retroiluminación bajo la encimera proporciona un efecto de suspensión que aligera su presencia física y refuerza su carácter escultórico. En los módulos de almacenaje y el mueble de entrada, los perfiles ST3 con óptica Mo-9.6 permiten una lectura jerárquica de botellas, libros y objetos, creando un juego de capas de luz que dinamiza el ambiente.
Presencia sin protagonismo
Lejos de soluciones puramente efectistas, los sistemas lineales de Lluria se integran de forma sutil, racional y controlada, con un enfoque centrado en el confort visual, la ergonomía y el diálogo con la arquitectura interior. La luz se incorpora como una capa más del diseño arquitectónico, en coherencia con el lenguaje material y con el tipo de experiencia que propone el espacio.
Coherencia proyectual
El diseño lumínico en Vint-i-Quatre articula atmósferas complejas a partir de soluciones técnicas discretas y cuidadosamente integradas. Mediante esta implementación precisa y contenida, la iluminación planteada amplifica la identidad del espacio, aporta confort perceptivo y refuerza la dimensión narrativa de este nuevo espacio gastronómico.
