El proyecto, firmado por el diseñador Francesc Rifé y el arquitecto Victor García, es un hito más en el crecimiento y proyección de la firma.
Arkoslight ha inaugurado sus nuevas instalaciones en Valencia (España), tras un proceso de reforma integral y ampliación de la sede central de la compañía.
Con esta nueva sede, Arkoslight aumenta el espacio dedicado a oficinas (pasando de 1.000 a 2.200 m2) y multiplica por seis la superficie de su showroom, donde se muestra todo su catálogo de luminarias -internacionalmente premiadas por su diseño-.
El proyecto, parte de la integración de las zonas de trabajo con el showroom de la compañía. Con la configuración de un vigoroso patio central y un planteamiento abierto de los espacios, el nuevo concepto pretende facilitar el encuentro de la luz natural y las luminarias de la marca.
La relación entre luz, espacio y materia se convierte de nuevo en un vehículo de expresión. Empezando por el vestíbulo de doble altura, la madera de nogal, planteada a modo de listones de diferentes secciones, convive de forma equilibrada con el acero negro, e integra el mostrador de recepción y las puertas de acceso a las áreas de trabajo. Este lobby, protagonizado por una composición de lámparas de suspensión Spin, se enfrenta a un cerramiento acristalado que lo delimita del patio y ha sido enriquecido con perfilería de aluminio en el exterior, y de madera en el interior. La composición tiene como particularidad unos pequeños porticones que encierran los ventanales, mientras que su transparencia, transversal y longitudinal, baña de luz no sólo las zonas de trabajo, sino también la parte de la fábrica anexa a esta ampliación.
El patio central, que atrapa la luz y permite visualmente extender el vínculo entre los departamentos, hace las veces de rótula dividiendo las oficinas en dos territorios principales. Se trata de un auténtico “pulmón” para el edificio al albergar una imponente estructura metálica suspendida en la que se integra vegetación. Este muro verde pasa a ser el centro de atención del proyecto, haciéndose visible desde la gran mayoría de los espacios. Debajo de él, una delgada lámina de agua proyecta su reflejo y entabla un diálogo infinito con la luz solar, por el día, y las estrellas por la noche.
Paralelamente al patio se han diseñado dos escaleras que conectan los diferentes niveles del edificio, ejecutadas ambas en chapa de acero teñida en negro. La de mayor tamaño y espectacularidad se deriva de un ejercicio geométrico y de cálculo de peso que acabó de definir su forma y dimensión. El showroom, dividido también en estas dos alturas, recrea pequeños ambientes que buscan comunicar la energía y cualidades de los productos expuestos. En la planta inferior, una gran mesa de reuniones y una zona de formación surgen perimetralmente a estos espacios, mientras que la superior cuenta con un lounge de sensaciones lumínicas y un área de networking. La primera se ha pavimentado con un porcelánico de gran formato de tono gris visón, y para la segunda se ha utilizado Parklex en nogal, contrastando con los colores blanco y negro del proyecto.
La actuación en líneas generales buscaba facilitar el encuentro entre los empleados por lo que una gran pasarela volada hace de enlace horizontal entre el showroom y algunas de las zonas de trabajo. En esta línea, otro de los espacios de reunión significativo es un comedor-office que completa la experiencia en las oficinas, y sigue el mismo discurso en cuanto a materialidad que el resto del proyecto. Por otro lado, toma una gran importancia la acústica en las áreas de trabajo de planta abierta a las que se ha incorporado en el techo una secuencia de placas fonoabsorbentes tapizadas en tela azul oscura de Kvadrat, contribuyendo también a la calidez estética.
El exterior del edificio ha sido intervenido de forma mesurada con diferentes aberturas y un nuevo acceso. Éste se acompaña de una gran visera en voladizo, ejecutada en acero, con una sección integrada en el despiece de la fachada. La iluminación articulada en el suelo delimita el edificio, al que se adhieren zonas de parterres en gravilla negra y olivos, símbolo de la hospitalidad mediterránea.