Las cocinas han evolucionado en las últimas décadas, pasando de ser espacios aislados y puramente funcionales a convertirse en el corazón de muchos hogares, conectados con otras estancias y el entorno exterior.
Cada cocina es un mundo de posibilidades: el tamaño, la distribución, su ubicación dentro del hogar, la elección de materiales, puertas, ventanas, mobiliario, griferías, etc. son clave a la hora de brindarle a la cocina la personalidad que merece.
Dentro de este abanico de opciones, las ventanas de la cocina desempeñan un papel esencial al permitir la entrada de luz natural y crear una conexión visual con las habitaciones colindantes. En ocasiones, también con el exterior de la vivienda.
En este artículo Cabañero explora los tipos de ventanas para cocinas, su diseño, ubicación y mantenimiento, así como su importancia en la estética y funcionalidad de estos espacios.
Por qué apostar por ventanas de diseño en tu cocina
Las cocinas son espacios cada vez más abiertos y las ventanas tienen mucho que ver con ello.
Además de contribuir al diseño y armonía de este espacio, las ventanas para cocinas tienen prestaciones adicionales como permitir el paso de la luz natural aportando calidez a la estancia y reduciendo la factura de la luz. O como la función de ampliar visualmente el espacio, algo especialmente práctico en cocinas de tamaño más pequeño.
En el pasado, las limitaciones en la construcción restringían las opciones de ventanas para cocinas, pero en la actualidad, la variedad en módulos y electrodomésticos amplía las posibilidades. Por ejemplo, las campanas extractoras más discretas permiten la incorporación de ventanas adicionales.
Tipos de ventanas para cocina
Igual que existen diferentes configuraciones y diseños para la cocina, también puedes explorar entre una gran variedad de diseños de ventanas para cocina. Se trata de un elemento decorativo que puede marcar el diseño de la cocina, pero también cumple otras muchas funciones.
Por ello, seleccionar el tipo de ventana más adecuado para cada cocina será fundamental a la hora de conseguir el resultado esperado.
Ventanas para cocinas por tipo de apertura: buscando la funcionalidad
Oscilantes, abatibles, elevables, correderas, fijas, etc. De nuevo, encontramos diferentes opciones a la hora de seleccionar la apertura de las ventanas de la cocina.
Cada una de ellas aporta una serie de características, aunque en las cocinas las más comunes son las ventanas correderas, ideales para ahorrar espacio, y las abatibles, recomendables porque aportan la ventilación idónea a la estancia.
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El color de las ventanas de la cocina: la importancia de los detalles
El color de los marcos de las ventanas de la cocina es una elección muy personal que debe de integrarse con el diseño de la misma.
Colores neutros como el gris antracita, blancos, negros, tonos madera, etc. Cabañero contamos con una amplia gama de colores tendencia para ventanas hacer de cada cocina una estancia única.
La búsqueda del material ideal para las ventanas de la cocina
¿Aluminio, o mejor PVC? Las necesidades de cada proyecto, así como las prioridades y funcionalidades de cada propietario serán los factores principales a la hora de seleccionar el material más adecuado.
El aislamiento, el mantenimiento, la eficiencia energética, la versatilidad, la durabilidad, etc. son aspectos a tener en cuenta a la hora de seleccionar el material para las ventanas de la cocina.
Dónde instalar las ventanas en una cocina
La ubicación de las ventanas en la cocina es crucial para maximizar la entrada de luz y la amplitud visual. Es habitual encontrar cocinas con ventana encima del fregadero o separando la cocina de la galería o terraza. Hoy en día, las opciones son bastante más flexibles.
Por ejemplo, es posible extender las ventanas a lo largo del banco de la cocina, una solución que brinda gran amplitud y ayuda a conectar la cocina con espacios colindantes como es el caso de la cada vez más común cocina con ventana al comedor o al salón.
Las ventanas a la altura de los ojos son perfectas para un espacio en el que podemos pasar varias horas a la semana cocinando, ya que proporcionan vistas y un descanso visual. En este ámbito, son comunes las ventanas alargadas, abatibles o correderas.
Por otro lado, en situaciones donde no es posible instalar ventanas en las paredes, las ventanas pueden emplearse como separador de ambientes, evitando que los olores y la suciedad se propaguen hacia otros espacios.
Por ejemplo, es habitual la cocina con ventana al salón o al comedor, y en este caso la separación de ambientes puede ser una solución práctica y estética.
También en estos casos, si existe la posibilidad, puede ser interesante instalar ventanas en el techo, una solución ideal para cocinas estrechas por la cantidad de luz natural que inunda la estancia y por tanto, por el ahorro energético que supone.
A veces, por tamaño o ubicación, solamente tendremos una ventana que no tiene por qué estar necesariamente sobre la encimera o fregadero. Una buena idea para darle mayor protagonismo es emplear algún elemento decorativo o funcional como cortinas o estores ligeros, instalar una repisa o colocar una mesa debajo. Habrá que evitar sobrecargar de elementos a su alrededor para que no haya ningún elemento que impida la entrada de luz natural y para que la ventana no pierda entidad.
El mantenimiento de las ventanas de cocina
Hay que desterrar la idea de que las ventanas de la cocina se ensucian mucho, ya que lo cierto es que son muy fáciles de limpiar. De hecho, su mantenimiento es más simple que el de una pared.
Las ventanas de la cocina se pueden desmontar con facilidad, aunque si contamos con algún sistema de limpieza al vapor, ni siquiera es necesario, siendo los productos químicos de limpieza completamente prescindibles.
Incluso las ventanas para cocina con marcos de aluminio se lavan simplemente con agua tibia.
Las ventanas, elemento fundamental del diseño de cocinas
Si bien tienen una función práctica de aprovechamiento de la luz solar, así como de separador de ambientes, conexión con otras estancias y con el exterior o de permitir una mejor ventilación del espacio, las ventanas pueden ser clave a la hora de hacer de la cocina un espacio genuino lleno de personalidad.
Las ventanas amplias, sin apenas marco, brindan un aire de modernidad y crean espacios orgánicos afines a la tendencia actual de crear casas energéticamente eficientes.
Pero también las ventanas pequeñas para cocina pueden ser protagonistas. Las podemos utilizar para enmarcar elementos de la cocina, como un mueble o estantería que deseemos resaltar, o incluso integrarlas como si fueran armarios, jugando con el hecho de que tienen la misma forma geométrica.
Por otro lado, los marcos de las ventanas de las cocinas combinados con muebles de color claro harán que estos resalten todavía más, algo que aportará mayor luminosidad al espacio.
En paredes gruesas de estilo industrial, las ventanas pequeñas dan un toque moderno y ayudan a introducir puntos de luz en el espacio.
En definitiva, elegir las mejores ventanas para cocinas es esencial para superar las expectativas de tus clientes, creando espacios únicos y eficientes energéticamente.